lunes, 11 de octubre de 2010

Maldición de la Malinche



Según cuenta la leyenda, Malinche
le transmitió a Hernán Cortés,
de quien era intérprete,
todos los secretos de su civilización
facilitando la conquista.

2010 y los legítimos dueños
del suelo que pisamos
siguen reclamando lo que es suyo.

Poco pero avanzamos,
en el acceso al poder,
en las reformas constitucionales,
en el reconocimiento de los derechos
pero nos falta
que todos los pueblos de América Latina
tengan igualdad de acceso a ellos
porque se los negamos una y otra vez.

Para que por fin aprendamos
que la receta no está en quejarse
sino en trabajar juntos:
- rechazando golpes de estado
- generando comercio interregional
- aprendiendo la lengua de los que
habitan nuestra tierra
- dándonos prioridad a nosotros
y a nuestros vecinos...
Parece imposible, pero a la vista los resultados,
América Latina puede despertar y andar sola.

No sé si celebro algo,
solo aprovecho la ocasión
para recordar que pocos tienen la suerte
de vivir hoy nuestra riqueza.
Nada más nuestro que nuestro propio ser
criollo, mestizo, mulato, zambo.

Quiero a los mapuches en su tierra
y no a la multinacional de turno;
quiero que las personas de etnia negra en Uruguay
tengan el mismo acceso que yo a la educación;
quiero que si un latinoamericano va
a trabajar a un país hermano no sea discriminado;
quiero que no miremos al costado
cuando nos recuerdan que las mujeres
latinoamericanas padecen mayor desigualdad
que sus pares en África respecto a los hombres.


¡Qué viva América Latina!
y el presente que tenemos para
cambiar el futuro sin olvidar el pasado,
para que lo hagamos nuestro de una vez.

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